La visita del ratón de los dientes: ayuda a tu hijo a retirarlos sin dolor

Alrededor de los seis años, niñas y niños comienzan a perder sus piezas dentales de leche. Durante los próximos cinco o seis años, sustituirán las 20 piezas de leche por 28 dientes nuevos permanentes que disuelven las raíces de los dientes de leche al crecer por debajo.

Una vez que la raíz haya desaparecido, el pequeño tendrá un diente flojo. La meta es retirarlo con la menor cantidad de lágrimas y dolor.

La recomendación de los dentistas es que los dientes de leche deban caerse solos, ya que la presión que ejerce el nuevo diente es la que se encarga de aflojar el de leche, la naturaleza es muy sabia.

Sin embargo, muchos niños se sienten molestos, pueden sufrir dificultades para hablar y hasta para comer. Aquí el ABC del mismísimo Ratón de los dientes:

Cuando el niño se queje del diente flojo, lo primero que se deben hacer es lavarse las manos con agua y jabón y tocar el dientito para verificar que tan flojo está. La técnica del hilo es del dominio popular, procura mantener relajado al niño y jugar para evitar tensión y dolor extra.

No te adelantes:

Si el diente aún no está lo suficientemente flojo significa que no está listo para ser sacado. Lo mejor es explicarle al niño  que retirar el diente en ese momento  podría provocar sangrado y dolor. El ratón sabrá esperar.

Si el diente se mueve y hasta se puede ver que es sostenido por un pequeño hilito de encía es hora de sacarlo. Pide a tu hijo que mueva el diente con cuidado antes de girarlo para que no sienta ningún dolor.

Coloca un trozo limpio de gasa en el hueco de la boca del niño para detener cualquier sangrado, ayúdalo a enjuagarse la boca. Tómale varias fotos con su nuva ventana, reconoce su valor y pongan el dientito debajo de almohada para esperar una linda $orpersa.

 

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