Las cosas por las que no debes enojarte el día de tu boda

Hay situaciones que no se pueden controlar, por eso, es mejor afrontarlas con actitud positiva, no te conviertas en bridezilla

Habrá un sinfín de pendientes que deberás atender, y quizá no todo salga  tal y como siempre lo imaginaste, es perfectamente normal. Es el día de tu boda, por más difícil que sea, solo disfruta.

Hay situaciones que no se pueden controlar así que actitud positiva y “next”, que esos pequeños inconvenientes sean solo una anécdota que contar.

Enojarte no solo es malo para la salud, sino que también te hace subir de peso, lo dice la ciencia. Aquí que estado zen, estas son las cosas por las que NO debes enojarte el día de tu boda:

  1. “Esto se va a descontrolar”. No puedes meter en cintura a todos los invitados y probablemente haya momentos en que la fiesta se ponga un poco más wild de lo que pensaste. No te preocupes. Si no puedes contra el enemigo, únetele.
  2. Si no todos llegan a la ceremonia religiosa. Aunque con el auge de las bodas millennial cada vez son más los invitados que quieren participar en cada una de las fases del gran día; sin embargo no debes ponerte de malas si algunos de tus amigos o familiares no llegan a la ceremonia religiosa.
  3. Si llueve. Lo más normal es que ni siquiera puedas depender de los servicios meteorológicos para conocer el clima que habrá el día de tu boda. Mujer (y boda) prevenida vale por dos.
  4. Si no suena tu canción favorita. Lo mejor es que hagas una lista con rolas las que no pueden faltar, o bien, con las opciones que deben sonar en las primeras horas de la recepción.
  5. Si a alguien no le gusta tu vestido. No falta quien quiera dejar de manifiesto absolutamente todo lo que piensa el día de tu boda. Tu vestido es tuyo y tiene que gustarte a ti. Fin.

Y la lista podría ser interminable, errores en la ceremonia religiosa, invitadas de blanco, trapitos al sol durante el brindis, amigos que se van temprano… muchas cosas pueden salir “mal” pero, si disfrutas, la mayoría van a salir bien. No te enojes, por nada.

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