Enemigo en el supermercado

Enemigo en el supermercado

Enemigo en el supermercado

Las despensas rebosan de alimentos procesados, a menudo repleto de aditivos y grasas nocivas. Aprendre a identificarlos.Saca las galletas de la despensa, los zumos del frigorífico o las verduras con bechamel del congelador y lee la lista de ingredientes de las etiquetas. Seguro que encuentras aditivos (colorantes, conservantes, saborizantes, espesantes, edulcorantes…) en todos ellos.¿Son peligrosos estos productos para la salud? Para poner las cosas sobre la mesa, es importante decir que lo negativo no está sólo en lo que se añade, sino en lo que se elimina del producto original. ¿Un ejemplo? Las harinas blancas, carentes de la fibra presente en la cáscara del grano de trigo.Al igual que estas harinas y sus derivados (pan, pasta, bollería, pastelería…), muchos alimentos procesados han sido desprovistos de los nutrientes diseñados por la naturaleza (fibra soluble, fitoquímicos protectores…) para beneficio de la salud humana.Si a esas carencias sumamos algunos de los aditivos empleados, podríamos tener muchas papeletas para la enfermedad. Por tu bien y el de tu familia, te conviene aprender a identificar y a evitar estos cuatro ingredientes presentes en los alimentos procesados.1_ Grasas transSe emplean en panadería y bollería industrial y artesanal, galletas dulces y saladas, patatas congeladas listas para freír, aperitivos industriales, platos preparados?Aunque fueron creadas a partir de aceites vegetales como sustitutivos sanos de las grasas saturadas (las de procedencia animal, como la mantequilla o la manteca, que son malas para nuestras arterias), las grasas trans han resultado ser peores que aquéllas de las que nos venían a salvar, hasta el punto de haber sido calificadas por los expertos de la Universidad de Harvard (EE.UU.) como "el mayor desastre de la industria alimentaria de la historia".Nuevas investigaciones revelan que las grasas trans (que puedes identificar en las etiquetas como "aceites parcialmente hidrogenados") no sólo aumentan los niveles de colesterol "malo" y de triglicéridos, sino que reducen los de colesterol "bueno" y están detrás de muchas muertes prematuras por enfermedad cardiaca en el mundo.Apenas un 2 por ciento de las calorías de la dieta procedentes de grasas trans aumenta en un 23 por ciento el riesgo de desarrollar cardiopatías, de acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista médica Jama. Por el contrario, cambiar las grasas trans por aceite de oliva virgen podría reducir ese riesgo casi en un 60 por ciento.ALTERNATIVASAceite de oliva virgen, cada vez más utilizado, tras la demanda que han hecho los consumidores y las autoridades sanitarias.Margarinas enriquecidas con esteroles vegetales, que ayudan a reducir el colesterol. Ten en cuenta que las principales marcas de margarinas ya no incluyen grasas trans.2_ Harinas refinadas y derivadosTu riesgo cardiovascular aumenta simplemente si optas por productos elaborados con harinas blancas (pan, pasta, bollería, galletas…) en lugar de con harinas integrales.No te dejes engañar por etiquetas sesgadas que digan "elaborado con harina de trigo" o por productos oscurecidos artificialmente con melaza u otros ingredientes para hacerte creer que compras variedades integrales. Se trata en realidad de alimentos elaborados con harinas "refinadas" (procedentes de granos de los que se ha eliminado la cáscara, rica en fibra).Estas harinas están relacionadas con un mayor riesgo de hipertensión, tasas anómalas de colesterol, ataques cardiacos, resistencia a la insulina, diabetes y grasa abdominal. Cuanto más molidas estén las harinas que incluyas en tu dieta, más riesgo tienes de desarrollar estos problemas. Se ha comprobado, por ejemplo, que el pan artesanal tiene un menor índice glucémico y provoca menos resistencia a la insulina que los bollos y los panecillos industriales.Por el contrario, al menos siete estudios afirman que quienes siguen dietas ricas en productos elaborados con granos enteros (integrales) tienen entre un 20 por ciento y un 30 por ciento menos de riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular.Lo mejor: que el contenido en fibra indicado en la etiqueta sea de al menos tres gramos por ración.ALTERNATIVASPan, pasta, arroz, bollería y galletas, pero siempre eligiéndolos integrales.PRÓXIMA ENTREGA: Jarabe de maíz, sal y carne

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