República de Bosnia-Herzegovina

República de Bosnia-Herzegovina

República de Bosnia-Herzegovina

La población bosnia ha sido y es predominantemente musulmana, rasgo que explica el predominio de la arquitectura de inspiración árabe, aunque también se pueden ver algunos legados del gótico y el barroco. Sin embargo, no puede lucir aún su antiguo esplendor, el que poseía cuando saltó a la fama por ser escenario del atentado que precipitó la Primera Guerra Mundial y, mucho después, la orgullosa sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1984.Pese a que hoteles, restaurantes y edificios privados y oficiales han sido reconstruidos, las huellas de la guerra de los Balcanes persisten todavía en amplias zonas: casas ametralladas, bombardeadas o desplomadas son testimonio del asedio que la ciudad sufrió durante el conflicto.Sarajevo es una ciudad monumental, con bellos edificios de gran valor artístico. Entre ellos destacan la mezquita Husref Bey, los Baños Turcos, la iglesia ortodoxa rusa, de estilo barroco oriental, los templos católicos erigidos durante la ocupación austrohúngara del siglo XIX y el bazar. Todos estos edificios sufrieron graves daños debido al el fanatismo religioso y los bombardeos. Entre los lugares de especial significación histórica está el Puente del Príncipe, escenario en 1914 del atentado contra el archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa por parte del nacionalista serbio Gavrilo Princip.El barrio de Bascarija fue construido durante la ocupación turca y se convirtió en el foco de la cultura, la economía y el comercio. Conserva parte de su pasada opulencia, con fachadas ricamente decoradas con arabescos, ventanales protegidos por celosías y hermosos trabajos de filigrana. Pueden verse artesanos trabajando en los talleres, como en la época dorada de los gremios medievales. También algunos antiguos hans, los hoteles otomanos que albergaron a las caravanas que llegaban hasta Sarajevo. Uno de los más populares en su época era el de Morica, del siglo XVI, cuyas dependencias se han conservado bastante bien.Sarajevo disponía de numerosos teatros, galerías de arte y museos, de los cuales sólo algunos se han reabierto. El mayor es el Museo de Bosnia-Herzegovina, en el que se exhibe una completa colección de objetos artísticos y artesanos de todas las regiones del país. En sus jardines se expone una interesante muestra de lápidas medievales, entre las que destaca la de Zgosca, de excepcionales dimensiones y delicados motivos ornamentales. También se puede visitar la Casa Svrzo, un edificio de líneas sobrias y elegantes.La cocina bosnia está influida por las especialidades turcas, de fuerte sabor y muy condimentadas, y por la utilización del yogur.Se recomienda contactar con la Embajada de España antes de iniciar el viaje y recabar información actual sobre la zona que se desea visitar.

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