La demanda laboral que actualmente vivimos ha preocupado a un montón de padres quienes están cada vez más empeñados en que sus hijos sepan hablar por lo menos dos idiomas extras además del natal. Lo que pocos de ellos saben es que estudiar idiomas le otorga a los niños un sinfín de beneficios además de un futuro prometedor.
Algunos beneficios que se han comprobado incluyen la mejora por parte de los niños en el lenguaje en general. Además de que la exposición temprana a otro idioma significa para los niños una mejor familiaridad y adaptabilidad a los sonidos de la lengua extranjera que esté estudiando.
Sin embargo, los padres también deben poner de su parte para estimular el aprendizaje de sus hijos. Así lo expresó la psicóloga y profesora de la Universidad Atlántica de Florida, Erika Hoff: “Para todos los que están tratando de criar a un hijo bilingüe, sin importar sus razones u origen, es muy importante darse cuenta de que adquirir una lengua requiere estar muy expuesto a ella”.
Así que, como lo recomiendan algunos pediatras, el primer consejo es diseñar una rutina que contemple hablarle, cantarle y leerle al niño en el idioma que esté aprendiendo.
Otro buen consejo que dan los pediatras, es que si tú no hablas el idioma que tu pequeño está aprendiendo, no dejes de hablarle, cantarle y leerle en su lengua materna, ya que de igual forma es un buen estímulo para el fortalecimiento del lenguaje en tu hijo.
Una gran ventaja sucede cuando tu hijo convive habitualmente con alguna persona o personas que hablan un idioma distinto al suyo, ya que si el pequeño quiere en un futuro estudiar dicho idioma formalmente, tendrá muchas más ventajas que cualquier otra persona. Si ese es tu caso puedes complementar la experiencia del niño llevándolo a lugares donde pueda impregnarse más en la cultura extranjera.
Pero cuidado, saturar a tu hijo con muchos idiomas al mismo tiempo puede ser contraproducente, ya que al final el pequeño no terminará por dominar ninguno de los idiomas que esté aprendiendo. Lo ideal es que comience a estudiar otro idioma lo más pronto posible, y que de preferencia sea uno por uno.