¿Cuántas mujeres no hemos pensado que adelgazando todos nuestros problemas desparecerán? Así lo pensaba Kelly Glover, quien pesaba 150 kilos y cuando bajó casi 70 kilos, su vida social y amorosa se vio gravemente afectada.
Cuando padecía de sobrepeso aun así le llovían pretendientes, pues cuando salía solían pedirle su número para invitarla a salir; cuando adelgazó, contrario a lo que pensaba, los hombres dejaron de buscarla, lo que le pareció realmente extraño, así que habló de ello con un amigo cercano, cuya respuesta le aclaró muchas cosas pero también la indignó un poco.
Su amigo le dijo que “la gente se siente más confiada ligando a chicas gordas”, pues aseguró que los hombres asumen menos posibilidades de rechazo con ellas, por lo que se vuelven más audaces..
Contrario sucedería con las mujeres delgadas y más atractivas, frente a las que se sienten más intimados y con mayor temor de rechazo.
Una respuesta simple pero que a Kelly le hizo entender que la falta de pretendientes no dependía de su imagen y peso, sino de la autoconfianza de los hombres.
Esto la hizo pensar también en el mito que dice que las mujeres gordas son chicas fáciles, por la idea de que, debido a su sobrepeso, deben aceptar salir con cualquiera, hecho que evidentemente no es más que una suposición sin fundamentos, pues son depende más que de las necesidades y autoestima de cada persona.
Desde entonces Kelly, quien comparte su experiencia y proceso para bajar de peso en un blogg, dejó de preocuparse por conseguir más ligues y se enfocó en lograr el cuerpo que quiere para sentirse a gusto consigo misma.