La eficaz vitamina B3

La eficaz vitamina B3

La noticia estrella hace pocos meses, en relación con la prevención de ictus e infartos, fue que lo importante ya no era tanto bajar las tasas de colesterol LDL (el "malo", que obstruye las arterias), como aumentar las de HDL (el "bueno", que arrastra al malo desde las arterias al hígado, donde es eliminado). Las pruebas acerca del poder desatascador del HDL son tantas, que la nueva diana de los laboratorios es hallar fármacos que aumenten sus tasas. Si resultan seguros y eficaces, los cardiólogos tendrían la solución perfecta: combinar las estatinas (fármacos ya existentes, capaces de reducir las tasas altas de LDL) con esos nuevos medicamentos.El hermano pobrePero la práctica no está resultando tan fácil. La compañía que estaba fabricando este medicamento ha tenido que interrumpir sus estudios porque, tras muchos millones de dólares invertidos, las pruebas realizadas con humanos han demostraron que torcetrapib, el fármaco en cuestión, aumenta el riesgo cardiaco y las tasas de mortalidad. ¿Y qué hacemos mientras tanto? Aunque cueste creerlo, los afectados siempre habían tenido a su alcance una sustancia capaz de aumentar los niveles de HDL. Podría decirse que era tan obvia que casi nadie la veía. Se trata de la vitamina B3, también llamada niacina o ácido nicotínico. Ésta ha sido siempre el hermano pobre de la prevención cardiovascular, aún sabiendo que en dosis altas (unos 2.000 mg/día) puede aumentar hasta en un 35% el HDL. Aún más, la vitamina B3 también reduce el LDL (aunque no tanto como las estatinas) e incluso los niveles de triglicéridos.Pero, su principal problema es que por su efecto vasodilatador, provoca un desagradable rubor cutáneo. No parece demasiado malo, si lo comparamos con la lista de posibles efectos indeseables de muchos fármacos de uso común… Sobre todo, no explica el desinterés con que ha sido tratada la niacina por los científicos.Ahora, todo eso parece que va a cambiar. Como explicaba un portavoz del Colegio Norteamericano de Cardiología: "En la resaca del torcetrapib, nos hemos reencontrado con la niacina. Y no encontramos nada más efectivo". Ahora la cuestión es que, conociendo el papel crucial del HDL en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, se impone aplicar un fármaco eficaz en ese parámetro, adicionalmente a las estatinas.Investigadores de la Universidad de Washington ya han medido hasta qué punto puede ser eficaz esa terapia dual: tras analizar los datos de más de 83.000 pacientes cardiacos, han calculado que un tratamiento capaz de aumentar el HDL en un 30% y de reducir el LDL en un 40%, podría reducir el riesgo de ataque cardiaco o de ictus en un 70% en un paciente medio, una reducción mucho mayor que la que se consigue controlando sólo el LDL. Con estas conclusiones, investigadores de 72 centros de EE.UU. y Canadá ya se han lanzado a realizar un nuevo estudio con más de 3.000 pacientes para comparar el riesgo de quienes sólo toman estatina con los que la combinan con niacina.Nuevos ensayosMuchos cardiólogos están impacientes. Respecto al efecto secundario más frecuente, el rubor, explican que se va reduciendo con el tiempo y que, incluso, puede evitarse tomando la vitamina antes de acostarse, con algo de comida o empezar con dosis bajas. Otros se muestran más cautos. Explican que, si bien el riesgo es mínimo, en altas dosis pueden provocar daños hepáticos en algunos pacienes y afectar al metabolismo de la glucosa (azúcar).Afortunadamente, existen formulaciones de liberación lenta de vitamina B3 con menos efectos secundarios potenciales en muchos pacientes. Incluso, la farmaceútica MSD ya está ensayando un nuevo producto capaz de contrarrestar el rubor derivado del consumo de niacina. Si funciona, la compañía podría desarrollar un nuevo fármaco que una ese producto con estatina y con niacina de liberación lenta.Mientras tanto, las personas de riesgo se preguntan: ¿es mejor ponerse colorado hoy que sufrir mañana un ataque cardiaco o un ictus? La respuesta es obvia.

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