Santander, ciudad de mar

Santander, ciudad de mar

Santander es una ciudad que vive de cara al mar, en un extremo de la amplia bahía del mismo nombre. Mientras los alrededores se han industrializado, el centro continúa siendo ideal para pasear por un conjunto que reúne muelles deportivos, playas y parques perfectamente cuidados.La ciudad ha sobrevivido a varias catástrofes; la última el terrible incendio de 1941, que arrasó los mejores edificios. Algunos de ellos han sido reconstruidos con detalle y su corazón está en los muelles. Allí atracan los ferrys y de allí salen las lanchas de pago que van hacia Pedreña y Somo.1. Paseo monumentalLa zona monumental, donde se encuentran la mayoría de los museos y edificios oficiales, comienza en el Paseo Pereda y termina frente a la Casa-Museo y Biblioteca Menéndez Pelayo. Es además el centro comercial.Los jardines de Pereda, en recuerdo del escritor costumbrista, y su paseo están encarados a los muelles y al mar. Comercios, tiendas de efectos navales y consignatarios de buques recuerdan la época de los ?indianos?.La plaza de Pombo, rodeada de casas aristocráticas ?entre ellas el Real Club de Regatas?, y la Plaza Porticada son de visita obligatoria. El monumento más antiguo de Santander es la catedral. Se asienta sobre un estrato romano y alberga la iglesia original del siglo XIII.2. Playa de El SardineroSantander cuenta con numerosas playas, pero la más emblemática es la de El Sardinero. Es un arenal de casi tres kilómetros que comienza en la Avenida de La Reina Victoria, a la altura de La Magdalena, y termina frente al hotel Chiqui. Se recorre en dos horas por el paseo marítimo.Por el camino pasamos por la playa de El Camello, llamada así por una roca modelada por el mar que recuerda al animal, y llegamos a La Primera. Se puso de moda allá por 1847, como lugar ideal para tomar los salutíferos ?baños de olas?.La Plaza de Italia es el punto neurálgico del paseo de El Sardinero. Es un conjunto de edificios de la ?belle époque? entre los que destaca el Gran Casino, inaugurado en 1916. En esta zona se encuentran algunos de los mejores hoteles de la capital. La terraza del restaurante Rhin es ideal para disfrutar de una noche estrellada de verano. El paseo continúa por La Segunda hasta terminar en la Avenida García Lago, junto al hotel Chiqui.4. Campo Municipal de Golf de MataleñasSantander cuenta con el primer campo de golf municipal, inaugurado en 1986 en la península de Mataleñas. Está trazado sobre un terreno singular, con espectaculares vistas sobre los acantilados de Cabo Menor. Abierto de 8.00 de la mañana a 22.00 horas. Cuenta con luz artificial. T 942 390247.5. Palacio y península de La MagdalenaLa península de La Magdalena es sin discusión la joya de una ciudad tan espectacular como Santander. Es una obra de la naturaleza, que ha sido remodelada y mejorada por el hombre. El Palacio Real se encuentra sobre un alto, al final del paseo, y es una maravilla de un estilo ecléctico, con influencias inglesas. Desde su esplanada hay una gran vista de la isla del Moro, los acantilados, El Sardinero y las playas de la bahía.Fue inaugurado en 1912 y regalado a los monarcas por suscripción popular. Entre 1913 a 1930 fue sede veraniega de la corte española. Restaurado en los años cuarenta, acoge cada verano los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.Otros atractivos de la península son las Caballerizas Reales, ahora residencia de estudiantes extranjeros; la playa de Biquinis; el Embarcadero Real y las carabelas que utilizó el marino cántabro Vital Alsar para rememorar la hazaña de Orellana en el Pacífico. Todo el conjunto es un parque natural de 25 hectáreas con predominio del pino marítimo.6. Restaurantes y baresLa cocina de Santander es ?marinera?. Los restaurantes hacen buen uso de productos de primera calidad: mariscos, pescados planos, de alta mar o de roca, y excelentes chipirones ?maganos?, entre otros.Hay establecimientos de todas las categorías, repartidos en las zonas más típicas de la ciudad (la información es meramente orientativa). Puestos a elegir, destacar La Bodega Cigaleña, La Sardina (Sardinero), Bodega El Riojano y La Bombi. En el Barrio Pesquero, zona del puerto, abundan los restaurantes y las tabernas.Numerosos mesones (caros) en las calles Mola y Hernán Cortés, entre otras. Es zona frecuentada por la gente guapa que luego se sienta en las terrazas del Paseo Pereda. Más informales son la calle Peña Herbosa (blancos y rabas los domingos); zona de Vargas, con su chiquiteo tradicional, y el pequeño reducto de San Amaro (mejillones picantes y cañas).

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