Sexo después de los 40: la mejor edad para las mujeres

A partir de los 40, la mejor edad sexual de la mujer

Especialistas coinciden en que en esta etapa se vive la sexualidad de una manera diferente y explican que después de los 40 es la mejor edad para las mujeres en el sexo.

“Después de los 40, el sexo puede ser mejor que cuando teníamos 20. Se vive diferente porque no estamos motivados por las hormonas; tenemos intimidad por otras razones como el placer y alivio sexual, lazos afectivos, bienestar emocional”, afirma Joan Price, autor de Better Than I Ever Expected: Straight Talk about Sex After Sixty.

La cuarta década es cuando las mujeres aseguran que disfrutan del sexo con más intensidad. Mejora la calidad de su capacidad orgásmica porque se toman el tiempo para disfrutar del encuentro íntimo.

Debby Herbenick, educadora de salud sexual en el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, Estados Unidos, confirma que 70% de las mujeres de 40 a 50 años de edad afirman haber experimentado un orgasmo; mientras que 61% de con edades de 18 a 24 años alcanzó el clímax en su última relación sexual.

Otro aspecto relevante que hay que tener muy en cuenta es la madurez a la hora de reconocer los gustos personales y las técnicas que resultan más o menos agradables y estimulantes para cada uno porque, como afirma la experta, “la mayor experiencia y conocimiento de uno mismo, así como la confianza con la pareja, facilitan la desinhibición a la hora de comunicarse, explorar y jugar”.

Las mujeres saben mejor lo que quieren y tienen una mayor confianza en sí mismas al llegar a esta edad, siendo entonces cuando la cama se convierte en un lugar más divertido a partir de los cuarenta años. Además, las chicas de esta edad disfrutan mejor del sexo que en cualquier otra etapa de sus vidas, pues es cuando alcanzan las cotas más altas de “confianza sexual” y se muestran menos cohibidas.

Porque entre otras cosas se tiende a tener menos preocupaciones sobre el trabajo o los hijos, algo que supone una mayor relajación en la cama. Sin embargo, no hay que olvidar que el factor psicológico también influye, y cuestiones como el gatillazo o la falta de deseo no merman tanto la moral de los amantes.

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