¿Es bueno tener secretos en tu relación?

Hay personas que creen que es completamente normal guardar secretos en una relación principalmente porque “Lo que no fue en tu año, no te hace daño”. Sin embargo, hay quienes rechazan totalmente esa idea e incluso entran en ansiedad si creen que no conocen absolutamente todo de su pareja, eso incluye su pasado, por supuesto. ¿Quiénes están bien y quiénes están mal? Depende.

A la hora de aprender a tomar una decisión en cuanto a lo que debe de saber tu pareja sobre ti, y viceversa, es importante tener en cuenta algunos factores para lograr buenos acuerdos, y más que nada, para que tú dejes de estar confundida al respecto.

Entonces, ¿qué hacer?

Lo primero es hacerle entender a tu cerebro que aprenda a separar lo que ya pasó de lo que está pasando. Así que toma en cuenta lo siguiente:

A quién se lo vas a contar

Obviamente si tu pareja es celosa, no le vas a contar con detalle lo que hacías hace años con tu ex novio. De igual forma no le confíes algo importante a alguien que sabes que no va a guardar tu intimidad. Si necesitas desahogarte acude a terapia o a un verdadero amigo o amiga.

¿Lo que le vas a contar a tu pareja le sirve o ayuda en algo?

Toma en cuenta que una confesión es algo muy delicado. Contiene información que puede afectar a tu pareja positiva o negativamente. Así que si tu pareja le va a dar un buen uso a esa información, o va a saber digerir lo que le cuentes para que juntos construyan una relación sana, adelante.

Pon atención a la manera en la que hablas

Cómo crees que va a tomar tu pareja o tú un secreto si comienza con la frase “¿Te lo digo pero no te enojas?”. Obviamente mal porque ya pusiste en tu frase la palabra “enojo”, así que de esa manera es como va a tomar cualquier cosa que digas después.

Aprende a distinguir entre privacidad y secretos

Es fácil: Lo privado puede ser contado sin temor a afectar la relación. Es un espacio personal que se tiene para hacer cosas propias. Por ejemplo, los mensajes, redes sociales, mails, etc, pueden ser privados, pero no secretos. Es decir, tu pareja puede ver lo que haces y te da el espacio porque ocultas nada.

Mientras que un secreto es un espacio donde usualmente predomina la culpa y sus consecuencias son retener la verdad y engañar, porque si lo piensas bien, si tienes un secreto es por algo; algo que no te gustaría que te hicieran a ti.

 

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