Mamá, controla tus emociones frente a tu bebé, aquí 3 métodos

En un momento de ira es fácil perder el control y de forma inconsciente, transmitir sensaciones negativas a tus hijos, ¡que no te pase!

A partir de los 14 meses, los bebés pueden detectar tu estado de ánimo. Por el tono de las voces y el lenguaje del cuerpo les indicas si estás alegre, triste o enojada. Mamá, controla tus emociones.

En un momento de ira es fácil perder el control y de forma inconsciente, transmitir sensaciones negativas a tus hijos. Según un estudio de la Escuela Simmons de Trabajo Social de Boston (en Estados Unidos), gritar a los niños daña su personalidad y seguridad, y puede producir problemas a corto, mediano y largo plazo.

Las prisas, el cansancio y el mal humor puede hacerte perder la cabeza, tus hijos lo resiente. A tu hijo, oírte gritar le perturba.  Ellos no saben discernir qué significan esas emociones, pero van absorbiéndolas. Gritar a los niños puede producir problemas en su salud mental, depresión y abuso de alcohol durante la adolescencia.

Ante cualquier situación asegúrate de mostrarte relajada, para que tus hijos estén calmados. Recuerda que un padre predica con el ejemplo. Mamá, todo está bajo control.

Si constantemente pierdes los estribos, tu hijo se asustará tanto que acabará separándose y te verá como una persona autoritaria, distante y lejana. Adiós comunicación, no solo durante la niñez, también durante la peligrosas adolescencia.

Estas son 3 sencillas técnicas para controlar tus emociones:

  • Técnica del 5 x 5. Elige cinco momentos de la jornada, dos o tres por la mañana y dos o tres por la tarde, para cortar con tu actividad habitual y hacer algo que te relaje.
  • Relajación muscular. En 3 sencillos pasos.
  1. Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Cierra los ojos.
  2. Relaja lentamente todos los músculos de tu cuerpo, empezando con los dedos de los pies y luego el resto del cuerpo hasta llegar a los músculos del cuello y la cabeza.
  3. Una vez que hayas relajado todos los músculos, imagínate en un lugar pacífico y relajante. Piensa que estás totalmente relajado y despreocupado.
  • La mujer del mañana. Aquí sí se vale. En un estudio se pidió a los participantes con pensamientos ansiosos que pospusieran su preocupación durante 30 minutos. Tras ese período las emociones regresan con una intensidad mucho menor.
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