Bombas de baño ¿peligrosas para la vagina?

Los expertos dicen que las bombas de baño podrían ser fatales para tu vagina.

Las bombas de baño se usan como revitalizantes y para relajar los músculos cansados. La idea es sumergir una en la tina o bañera y esperar unos segundos hasta que comienza la efervescencia y  el agua se tiñe con colores.
Además del efecto visual, tienen esencias que aromatizan el ambiente y las sales con las que están hechas nutren e hidratan la piel.

Las bombas de baño son normalmente pelotas efervescentes, las cuales llevan unos concentrados de sales minerales prensadas que al contacto con el agua se deshacen de forma efervescente liberando así las propiedades de sus sales y aromas.

Es un producto fabricado para dar esos momentos de relax y descanso en casa, perfectas como ya comentamos para relajar nuestra musculatura, además de aportarnos hidratación, humectación y una limpieza profunda de nuestra piel, que hará que luzca un aspecto suave, terso e hidratado.

Además de los beneficios que citamos, dependiendo de los ingredientes utilizados, podremos beneficiarnos de cada uno de ellos. Es decir, por ejemplo, si utilizamos una lavanda, esta nos aportará propiedades antiinflamatorias y antisépticas, entre otras.

 

Sin embargo, junto con la vulva, la vagina es el único órgano reproductor femenino en contacto con el exterior. Esto unido a la extrema delicadeza y sensibilidad al tacto que tiene, hace que esa zona sea más delicada y de acuerdo con especialistas en salud de la mujer, su uso puede desequilibrar el pH de tu vagina.

Los especialistas están de acuerdo en que estas bombas de baño, pueden alterar el equilibrio químico de la flora vaginal, lo que propicia la aparición de infecciones bacterianas debido, por ejemplo, al aumento de bacterias de cierto tipo presentes de manera inocua en la zona en cantidades normales. Además, y aunque a veces las molestias son evidentes, las vaginitis pueden cursar sin síntomas, por lo que puedes ignorar su existencia hasta que te hagas una revisión ginecológica rutinaria.

Una enfermedad asociada a las duchas vaginales frecuentes es la conocida como EPI (enfermedad pélvica inflamatoria), causada por bacterias que pueden viajar desde la vagina y el cuello del útero a los órganos pélvicos y que, en el caso de no ser convenientemente tratada, puede dar lugar a infertilidad o embarazos ectópicos.

Cada mujer es diferente y no todas son propensas a que les haga daño ciertas cosas, pero es mejor no poner en riesgo nuestra salud.

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