Mis 27

¡Mis 27! Llegaron los veintisiete y con ello una ola de emociones inconmensurables donde pude apreciar cada céntimo de amor, cariño, respeto y alegría que mi propia vida genera.

Estaba preocupado por mis 27, más allá de la edad o el cumpleaños. Hace un par de meses que observé el calendario y vi que mi día caería en plena semana de Pascua y vacaciones, me di a la tarea de planear estas vacaciones a plenitud. Obvio esto me preocupó.

Cuando cumplí 26 mi abuela María Ignacia estaba hospitalizada por un cuadro muy adverso de cáncer, qué ganas y qué tiempo de celebrar. Ni una ni otra. Por dicha y bendición ella está en remisión. Vamos día a día.

Entonces para los 27 quería algo grande, más allá del número. Pensé en que me gustaría estar, primero que nada con salud, pero también a plenitud. Por fortuna así fue.

Previo a mis 27

Después de comenzar a asentar mi vida cotidiana en Los Ángeles, aunque mi residencia será en Sillicon Valley, mi hogar será en Santa Mónica beach, siempre quise, he querido vivir frente al mar o cerca de. Así será.

El mar, surf y yo. Mis libros, mis poemas, mi diario.

Viajé unos días al festival de Coachella, porque ilusamente pensé que Taylor Swift iría a ver a Post Malone, no sucedió. Pero gocé como un niño pequeño: Lola Young (8 veces en el año), Lady Gaga, Parcels.

Unos días por Madrid. El Real Madrid tiene ese poder —le he dado ese poder—de poner de cabeza mi vida en un solo día. Las derrotas no suelo llevarlas bien mucho menos si quedaron eliminados de Champions League porque siendo el único equipo con 15 trofeos poco me sabe lo demás.

En fin, solo es futbol.

Pero desde el festival mis mejores amigas y amigas ajustaron su agenda para estar conmigo.

Mis días de pre cumpleaños. Lleno de festejos, no ensordecedores, de hecho somos como jóvenes aburridos, almas viejas: no bebemos alcohol, no consumimos drogas, creemos en el amor romántico, trabajamos, estudiamos —otra vez los 6—, viajamos, asistimos a conciertos y amamos la ópera. Ah, y ninguno usamos WhatsApp.

Mis 27 en Tokio

El viernes a las 4:00 am llegamos a Tokio. De todos, de los seis, era nuestra segunda vez, curioso. No recuerdo mi vez anterior porque era muy pequeño, tenía 6 años. Viajé cuando mi mamá tenía esa galería rodante o algo así donde llevaba artesanías latinas a muchas partes del mundo, fuimos a unos 55 países. Recuerdo poco.

Tokio siendo adulto. Tokio siendo adulto con mis mejores amigos. ¡Finalmente en Tokio para celebrar mi cumpleaños número 27!

Mis 27 en Tokio. ¡Qué locura! Plenitud y valentía. También una tarjeta de crédito que terminará al límite pero ha valido y valdrá la pena. Es dinero, «va y viene. Como el amor». Dice mi abuela. Qué atrevida.

cumpleaños de 40 horas

Tokio tiene 14 horas más versus la Ciudad de México, donde radican mi madre, abuela y mi nene.

Cuando dieron las 00:00 del 19 de abril y con ello el inicio de mi cumple, en México apenas eran las 10 de la mañana. Sin embargo, mi madre que maneja su smartwatch con sapiencia puso un recordatorio y ella junto con mi familia fueron los primeros en llamarme.

La videollamada por facetime donde pude ver sus caras llenas de amor. Los ojos de mi hermano Clemen siempre suelen darme mucha paz y alegría, no fue la excepción. La voz de mi madre, sus doscientas palabras por minuto, elocuente de más y sus carcajadas. ¡Y el amor de mi abuela!

La multiplicación de la felicidad.

Con ello inicié mi cumpleaños que se prolongó 40 horas. 24 del día + 14 de México + un piquito más. Qué dicha.

Diría que me abrumó tanto amor, pero no. Mensajes, llamadas, tuits, videos, publicaciones, flores, canciones, cartas escritas a mano, regalos, obsequios: gordito corazón. ¡Gracias!

Blick auf die Reinbowbridge
Mis 27 en Tokio

Sueños cumplidos

Regreso mi mente al día 1 de enero de 2025 en una cama de hospital con tubos y mangueras y hoy que escribo desde la habitación de una casa en Tokio. Para más precisión en Odaiba District. Impresionante.

Japón, hasta ahora, me ha parecido como vivir en un sueño. Claro, hemos visitado las ciudades y sus centros turísticos. No es lo mismo el Tokio turístico que el rural. Aunque la pobreza acá es diferente a la pobreza extrema que azota a más de 60 millones en México. Solo por tener perspectiva.

Tokio es tecnología y modernidad más cultura, arte y una ciudad repleta de historia. —casi—ni siquiera se usa ya el dinero en efectivo, todo es automatizado, hay lugares donde incluso hemos pagado haciendo contacto visual con un dispositivo.

Pero también está lleno de incongruencia, o más bien dicho, de paradojas y utopías que van más allá de lo conceptual, sino que, es muy representativo de su sociedad, por ejemplo: el machismo. Qué cosa.

Las Geishas

La prostitución disfrazada —literal—de Geishas es un ejemplo de lo que quiero expresar. Sí, las mujeres, y muchas niñas, bellísimas más allá de lo obvio. Pero usted puede encontrar decenas o cientos de anuncios de «Las geishas más hermosas para acompañar a los caballeros». Quedamos helados.

Niñas de muchas partes del mundo en renta o venta. Sí, así como lo lee. Frente a los ojos de organismos, del propio gobierno, bueno, frente a lo ojos de sus propias familias.

Entonces mucha modernidad pero un problema social y de salud pública que nadie quiere ver, nadie atiende, pero aquí está. Una señora japonesa que habla muy bien inglés y nos ha a acompañado a varios lugares me dijo, muy seria, «Que te sorprende, en México y América Latina es peor. Allá las matan».

No supe qué sentir ni respondí. Y es que tiene razón, pero eso no quita que en su país, Japón, tengan un problema grave que, por desgracias, también incluye a las mujeres.

Sí, Japón un sueño cumplido. El Japón turístico es como el epítome de la modernidad, tecnología, diversión, costo y pulcritud. Superlativo.

Y con un rechazo casi generalizado a “Occidente”. No quieren a los europeos de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Portugal, por decir algunos. Pero tampoco nos quieren a los gringos.

Aunque muchas y muchos jóvenes adoran la cultura de Estados Unidos e intentan replicarla mucho. Taylor Swift acá es una diosa, bueno, en el mundo entero.

En breve viajaremos a Seúl, Corea del sur para después volar a Sídney, Australia. Cumpliendo mis sueños. Y los de mis amigas y amigos. Juntos los 6.

Agradecimientos

Agradezco a Dios por permitirme vivir este sueño, pero sobre todo por la vida repleta de preguntas sin respuestas, llena de repetidas catarsis pero también con abundancia de amor, risas, días inolvidables, errores, manifestaciones impertinentes, acciones soeces o torpes pero todo esto me hacen ser yo. Este ser humano.

¡Felices 27 años, Ál! Gracias a quienes me leen hoy o siempre.

PS. Sí, volví a escribir de mí. También gracias.

Desde días recientes ya hay más personas escribiendo en las webs del grupo de StarMedia, los recibimos con cariño.

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