Los 5 secretos de belleza que robamos a Marilyn Monroe
El mito de los años cincuenta está más viva que nunca, retomamos lo mejor de la rutina de belleza de Marilyn Monroe
Norma Jeane Mortenson, mejor conocida como Marilyn Monroe es hasta hoy uno de los íconos de belleza más grande de todos los tiempos. Ese glamour que irradiaba por los poros formaba parte de una personalidad irresistible, el gran mito de los años cincuenta.
“La imperfección es la belleza, la locura es genial y es mejor ser absolutamente ridículo que absolutamente aburrido”
-Marilyn Monroe
A 55 años de su muerte, estos son los 10 secretos de belleza mejor guardados de Marilyn Monroe:
- Piel humectada. Antes de aplicarse la base, ella cubría su rostro con una buena capa de vaselina, que es un poderoso humectante. Hoy hay cremas justo para tu tipo de piel.
- Sí al contouring, pero en los labios. El secreto de una de las bocas más deseadas de Hollywood estaba en las capas. Hasta cinco tonos diferentes para los labios, del más oscuro en los bordes al más claro en el centro.
- También en la nariz. Monroe utilizaba blush para dibujarse el contorno de la nariz. Y aplicaba iluminador en la punta, para conseguir el efecto de una nariz más corta y definida.
- Mirada seductora. Marilyn tenía a su disposición todo el día a un verdadero artista del maquillaje: Allan “Whitey” Snyder. Él era quien se encargaba de aplicarle a la gran estrella las pestañas postizas y el delineador para intensificar sus ojos de almendras.
- Todo en su lugar. Para mantener el busto en su sitio realizaba una rutina en la que levantaba pesas de 5 libras (unos 2,27 kilos) con los brazos y que repetía unas 15 veces.
- Los hombres las prefieren rubias. El tono, al que ella misma denominó “blanco funda de almohada” fue un clásico.
- Paleodieta. Lo primero que hacía antes de ducharse era desayunar una pastilla multivitamínica acompañada de dos huevos crudos que mezclaba en una taza con leche tibia.
- Nos estorbó la ropa. Dormía de 5 a 10 horas cada noche y siempre desnuda.
- Bye bye estrés. Los domingos, que solían ser su día de ocio, tardaba al menos dos horas en despertarse.
- Bella durmiente. Solía dormir usando una de sus fragancias favoritas. Afirmaba que al despertar se sentía más sexy.