¡La exclusividad en el amor! Recién terminé de leer la saga de tres libros de ‘Las mujeres que aman demasiado’ de Robin Norwood, no ahondaré en los libros pero de ahí parte mi inspiración.
Así como la reciprocidad, la correspondencia y la exclusividad son temas latentes hoy en día que necesitamos abordar. Llevarlos, incluso, al tonod e conversaciones incómodas. Porque no todas y todos queremos lo mismo, no hoy en día.
Aunque claro que se antoja un amor romántico, y en sí, cualquier relación que venga desde la lealtad, complicidad, empatía y, por supuesto, la exclusividad y reciprocidad. Porque, es casi un hecho, que a todes nos gusta ser amados de todas las formas y en todas las vías posibles.
Sin embargo, ¿es para todes la excluisvidad en el amor?
La respuesta inmediata es no. Seguro hay millones de personas, quizá consideradas almas más libres o que viajan más ligero que dirán «No, a mí dame amor pero no esperes que sea exclusivo de ti». E incluso hay esas formas de amor donde el amor es en una sola vía, es decir sólo una persona lo brinda.
Y no está bien ni mal, simplemente sucede. Es aceptable para algunas personas que no exista la exclusividad, sin embargo: Eso se conversa. Son acuerdos que se deben establecer y no asumir por sí solos. Porque, a más de una persona seguro le ha sorprendido que sea solo ella, elle, él que ame. El que desee ser exclusivo.
La exclusividad en el amor
Suena y se lee demasiado romántico, incluso cursi porque sucede menos de lo que creemos. La exclusividad en el amor suele llegar tras el tiempo de conocerse, reconocerse, cuidarse, procurarse y, sobre todo, de muchos diálogos donde dos personas convergen que existe la reciprocidad y la exclusividad al 100%.
Tras decenas de conversaciones, muchas de ellas incómodas, es un acuerdo que surge del bien común. Es decir, el bienestar de ambas personas está por delante, porque las, los, les dos necesitan esa certeza, protección y seguridad.
La convicción de sostener la exclusividad en el amor es un paso que se da el frente en una relación que suela ser madura, no siempre importa el tiempo, sino la comunicación.
El don de gestionar las emociones de ambas personas involucradas y priorizar estos acuerdos, estas resoluciones como protección al vínculo afectivo.
El amor romántico
Tanto que decir. Sin embargo me centraré en la exclusividad en el amor romántico. Ese que a todes, espero que al menos una vez en la vida nos ha hecho volar.
Pasar de estar enamorado a sentir amor es mágico, luego la correspondencia con responsabilidad afectiva, después la reciprocidad de tiempo, de evolución, decisiones en conjunto y un montón de cosas para darle paso a la exclusividad en el amor romántico de pareja.
Ese vínculo afectivo que es tan generoso y fuerte que arropa nuestros miedos, cobija con respeto las diferencias, porque no significa que todo será positivo y sin adversidad, pero justo la exclusividad en el amor es lo que hace que una relación afectiva pueda perdurar, trascender.
Coincidir en las diferencias que suelen ser muchas e incluso opuestas, es quizá uno de los pasos hacia un camino donde la exclusividad permee en la relación y la enaltzca.
¿Sencillo? Seguro no, pero sí muy posible. Y se antoja, ¿no?