¡Gracias 2025!

¡Gracias 2025! No sabía que podía llorar tanto. No imaginé que el sufrimiento y el dolor fueran tan extenuantes. Jamás pensé que me sentiría ahogado por sentir, que me sentiría sepultado.

Pero 2025 me dejó con un dolor inenarrable, indescriptible pero también desconocido e incontrolable. Temblé muchas noches tras sentir desolación y desesperanza. Miedo y angustia.

Vomité de sufrimiento, de aflicción y de desesperación. Me desconocí sin control de mis emociones.

No era para menos. No fue poco lo que sucedió. La muerte de los que amo.

Gracias 2025 por el amor

Sin embargo, gracias 2025: ¡por el amor!

Primero y el más importante por el de Dios en mi vida tan presente desde lo cotidiano pasando por lo increíble y tocando los milagros.

Gracias por el amor de mi madre. Su amor es la luz más resplandeciente y brillante en mi corazón y en cada uno de mis días. Inmenso, incondicional e inagotable amor. Su fuerza excepcional me tiene aquí.

Enorme gracias porque conocí el amor a través de los ojos, de las sonrisas y de las carcajadas de mi hermano. El epítome del amor, de la belleza y de lo majestuoso. Clemen y sus mil formas de amarme.

¡María Ignacia, viejecita, gracias por enseñarme el significado de la dicha perfecta! Ya no me lees, viejecita, pero sigo escribiendo casi todos los días sobre nuestra complicidad y nuestro intempestivo amor. Éramos, fuimos una sola alma.

¡Gracias a mi amor! Mi amor: gracias. Gracias, mi amor. Por ser lo más hermoso de este 2025 tan tormentoso para ambos. Te amo como hay lunares en tu piel: incontable.

Gracias a todos mis amores

Mi niña hermosa baby Lu, gracias por llegar a este caótico mundo y ponerle los colores más bonitos a mis días tan grises. Te amo con mi vida entera. Tus abrazos y sonrisas me sanan, me alivian. Eres magia.

Alo, Almu, Cons, JD y María: Dios y sus maravillosas formas de amarme a través de ustedes. La vida y sus benditas coincidencias para hacer una fraternidad y una amistad que toca cada fibra de nuestros corazones.

Solo ustedes, the chineses. Solo ustedes y sus benditas almas, sus abrazos repletos de amor que reparan lo más roto de mí. Los amo y los voy a amar hasta mi último suspiro. Prometo cuidarlos así como ustedes cuidan y han cuidado de mí.

También un gran gracias a todas las personas que conocí este año, gracias a la música, gracias por los goles, gracias por la complicidad, por las interminables charlas por chat o en llamada. Gracias por los covers, algunos casi hechos especialmente para mí, B.

Es gratificante para mí voltear atrás y ver qué cosas hemos vivido y cuánto de todo eso me provocó felicidad.

Gracias 2025 y bienvenido 2026

Gracias 2025 serás inolvidable. Sin embargo, bienvenido 2026, te espero con los brazos abiertos y el corazón dispuesto a sanar pero también ávido de amor, de aprendizaje y de esperanza.

Bienvenido 2026. No eres ni serás la apertura de un ciclo más, por lo contrario. Eres fuerza, luz y brillo para nuestros corazones necesitados de tranquilidad y plenitud

2026 eres esa luminosidad que esperamos ver en los días lluviosos o de angustia o en esas noches de diluvio donde nos inundamos y perdemos todo hasta el sentido de la vida.

El año 2026 es la fuerza que necesitamos para terminar de decir: gracias 2025 por todo lo que aprendimos, incluso a perder.

Gracias 2025, te recordaré, deseo que solo con paz y aceptación.

Gracias 2025 por mi maravillosa familia, los que estamos y los que por decisión de Dios trascendieron: Kiki, Clemen, María Ignacia. Almudena, Alonso, Constanza (Bárb + Lucía), Juan Diego y María. Lizbeth Del Ángel y Ausencia, gracias, monstruito.

Dios nos siga concediendo sus bendiciones y amor y nos llene de dicha y conciencia. Y sobre todo nos ilumine con su paz.

Hazme digno de tu amor, Dios Padre.