¿Estás ganando un buen salario emocional?
Uno de los errores que cometemos cuando buscamos trabajo es pensar únicamente en la parte económica. Aunque sí, es súper importante que exijas una buena paga, no debes olvidarte que existe otro tipo de retribución que no tiene que ver con el dinero: el salario emocional.
La Asociación española define el término “salario emocional” como: “La retribución de un empleado en las que no se incluye lo económico. Tiene la finalidad de satisfacer necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador. Al mismo tiempo buscas mejorar la calidad de vida del empleado y fomentar una conciliación laboral”.
Estás ganando un buen salario emocional si…
No hay mucha distancia entre tu domicilio y tu trabajo
Hacer grandes recorridos de tu casa a tu lugar de trabajo a la larga puede representar una carga emocional que te impida sentirte productiva. Sabemos que los viajes largos son desgastantes y nos quitan energía para tener una vida plena fuera de la oficina. Es por eso que muchas empresas ya están optando por el trabajo desde casa.
Tus jornadas laborales no son excesivas
Ningún trabajo es color rosa, todos requieren de tu energía y atención. Sin embargo cuando desplazas completamente tu vida social y familiar por exigencias que tal vez ni siquiera te corresponden a ti, algo está mal y la única afectada vas a ser tú.
Existe un equilibrio entre tu vida personal y tu vida profesional
Lograr este equilibrio emocional es una de las cosas más complicadas, ya que requiere mucha organización de tu parte. Sin embargo las exigencias de tu vida profesional también deben permitirte desarrollarte personalmente haciendo cualquier cosa que establezca ese balance.
Trabajas con nuevos desafíos
Una de las razones más comunes por la cuales las personas renuncian a sus trabajos tiene que ver con que se sienten estancadas profesionalmente, es decir, ya no sienten que estén haciendo cosas nuevas que les permitan crecer.
Obtienes beneficios adicionales
Algunas empresas realmente se preocupan por el desarrollo emocional de sus trabajadores, así que los incentivan mediante cursos de idiomas, tiempo para estudiar, o simplemente dándoles la flexibilidad de atender asuntos personales, aunque esto debería ser un derecho en cualquier lugar.