Todas y todes nos lo preguntamos. ¿Por qué necesitamos aprobación masculina?
Sin embargo, primero definamos qué es la aprobación masculina y el por qué para muchas mujeres es relevante, aunque en muchos casos, es más por una cuestión cultural o de identidad familiar.
Muchas veces los roles de la sociedad prestablecidos nos llevan a ese rumbo de sentirnos con la necesidad de aprobación masculina.
De que el género masculino valide desde nuestros actos hasta nuestras emociones, éxitos, decisiones y más.
Y no está mal, cada mujer debemos saber nuestros porqués. Solo que no debemos perder la perspectiva que en la mayoría de los casos se refiere a un fenómeno donde influye nuestra historia, la cultura, tradiciones e incluso los roles de género que vemos y con los que crecimos en nuestra familia.
¿Por qué puede ser necesaria para muchas mujeres la aprobación masculina?
Sobre todo en países de habla hispana está muy permeada aún la búsqueda de aprobación masculina porque crecimos viendo a nuestras madres, abuelas o tutoras en esa necesidad implícita más nos convencidas de tenerla o ejercerla.
Es decir, crecimos viendo eso aún cuando nuestras madres quizá no querían sentirla, tenerla y menos necesitar.
Porque más allá del don del amor de las mujeres, insisto, sobre todo en la mayoría de las sociedades latinas, donde la mujer-madre es la que brinda amor, empatía, consuelo, etcétera.
Sin embargo, esa necesidad de sentir un vínculo de aceptación con el género masculino hoy en día cada vez está menos ligado al beneplácito y mucho menos al consentimiento aunque crecimos viendo “eso”.
Algunas causas de la aprobación masculina
Como he comentado, las causas de la necesidad de vivir el aprobación masculina son muchas.
Sin embargo algunas son más, incluso, dolorosas o pesadas de sacar de nuestro sistema ideológico o emocional porque crecimos viendo “esto”.
Algunas causas más arraigadas:
- Por el condicionamiento cultural. E incluso por el contexto familiar en donde desde pequeñas nos hacen creer que sin el consentimiento de los varones la validación, e incluso el valor, es menor o insuficiente.
- Parte del patriarcado. Las estructuras patriarcales que muchas mujeres también sostienen sin ningún miramiento o resquemor, sino siendo partícipes incluso del machismo. Más vivo que nunca el patriarcado, hay que decirlo.
- La presión de sostener estereotipos e incluso presión mediática. La voy a ejemplificar con lo que le sucede a Taylor Swift: el presidente de su nación continuamente crítica e invalida su éxito y acciones como mujer. Ella ha tenido que soportar esa presión mediática que es hasta ridícula. Miles o millones de mujeres la viven a diario en sus propios ámbitos sociales, laborales e incluso familiares.
La aprobación que NO necesitamos
Y así como hemos ido reivindicando el estatus de la mujer en la sociedad.
Donde cada vez es más notorio que nuestra participación en la escena social, económica y familia es más representativa pero por nuestras virtudes, cualidades e incluso experiencia y preparación profesional.
Cada día se muestra en mayor medida el rechazo o la desaprobación cuando el varón o algunos hombres incluso de nuestra propia familia nos hacen sentir su urgencia masculina y nosotros ya ni siquiera la consideramos.
La equidad e igualdad es un derecho no un permiso solicitado a alguien o algunos más.
La deconstrucción de cada una es un trabajo arduo que más temprano que tarde nos dará frutos de amor propio, aceptación individual y auto reconocimiento con la única intención de encontrar la aprobación de nosotras mismas y no de alguien más.
Una idea de: Almudena Achar. Te amo, almuerzo.