¿Por qué un piercing no se cura?

Es una técnica de perforación de los tejidos blandos del cuerpo para insertar un objeto

Denominamos piercing a una práctica que consiste en la perforación de los tejidos blandos con la intención de insertar un objeto en el orificio. Tiene bastante popularidad entre los adolescentes y los adultos jóvenes.

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En la actualidad, estos “adornos” se aplican en diversas áreas del cuerpo como orejas, cejas, boca, mentón, mejillas, pezones, ombligos, etc. Y en ocasiones, sin conocer los riesgos para la salud que este tipo de prácticas conlleva.

¿Sabías que los body piercings se emplean desde hace unos 60 mil años?

Esta práctica se utiliza en diferentes culturas para diferenciarse entre ellos, tanto entre etnias como entre los individuos de una misma población como pueden ser los cazadores, guerreros, etc. Definían un estatus social y resaltaban cualidades personales como la realeza y la virilidad.

Aunque podamos pensar que la colocación del piercing sirve para el embellecimiento en las personas, debemos conocer que existe un riesgo inherente a su colocación, como infecciones que pueden ralentizar el proceso de curación e incluso provocar la retirada del mismo.

Podemos distinguir dos circunstancias por las que mayoritariamente se producen complicaciones: la primera está relacionada con el material empleado y la segunda, a la zona atómica en dónde se coloquen.

Aún así, no podemos olvidar que existen otras complicaciones relacionadas con las condiciones higiénicas después de haberse realizado el piercing. Las más frecuentes son las de tipo infeccioso y las de reacciones alérgicas.

Piercing = “to pierce” (perforar)

Hablaremos sobre las complicaciones de tipo infeccioso que se subdividen en las infecciones locales, sistémicas y también de las complicaciones de tipo alérgica.

Las infecciones locales son las más frecuentes y generalmente están causadas por bacterias como el Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes o Pseudomonas. En la piel se puede observar enrojecimiento, dolor, hinchazón o secreción (pus).

Las infecciones sistémicas hacen referencia a que afectan al cuerpo entero, está presente en el torrente sanguíneo y por lo tanto sus complicaciones son más graves.

Principalmente, cuando hablamos de infecciones sistémicas relacionadas con el piercing, nos referimos a un riesgo de enfermedades de transmisión sexual y a complicaciones derivadas de las medidas de higiene.

Se han descrito casos de transmisión de hepatitis B, C, D y G e incluso la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

Existen otras complicaciones sistémicas menos frecuentes como la tuberculosis, sepsis, neumonía, nefritis y endocarditis. Algo importante es que las personas con enfermedades cardíacas aumentan el riesgo de padecer endocarditis por lo que no se recomienda que se realicen un piercing a las personas con estas afectaciones.

Sulfato de níquel: el alérgeno de contacto más frecuente en los países industrializados

Las reacciones alérgicas son otra de las complicaciones más frecuentes de los piercings que pueden incluso provocar la retirada de los mismos por falta de curación o de reacciones que pueden llegar a ser muy molestas.

Los piercings son especialmente sensibles a los metales y principalmente provocan una dermatitis alérgica de contacto pero también están los piercings con materiales naturales como la madera que también puede provocar eccemas en la piel.

No se puede olvidar que existen otras posibles reacciones alérgicas como a los anestésicos locales o guantes de látex que se utilizan durante la técnica.

¿Cuándo debemos retirar un piercing?

Aunque se pueden especificar complicaciones dependiendo del lugar en donde lo tengamos colocado, las más comunes y que son independientes de la localización serían:

  • Inflamación persistente en la zona
  • Formación de abscesos (acumulación de pus)
  • Reacciones alérgicas
  • Granuloma de cuerpo extraño (una masa más o menos esférica de células inmunes que se forma cuando el sistema inmunológico intenta aislar sustancias extrañas)
  • Cicatriz queloidea (cicatriz engrosada y elevada)
  • Previo a toda intervención quirúrgica

Por todo lo mencionado anteriormente, los efectos adversos de los piercings van desde el daño por infección, desgarro, sangrado, reacciones alérgicas y cicatrices.

Por ello, las medidas fundamentales en la prevención de las posibles complicaciones favorecerá la curación de las perforaciones como es el caso de acudir siempre a un profesional, cuidar y curar según las indicaciones y por supuesto, pensar bien en el impacto que tendrá en tu cuerpo e imagen, ya que la marca quedará de por vida.

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Autor: I.S. con información de Muy Interesante

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