¿Quién te da contención en la adversidad? La contención es una expresión de amor inmensa, ya que suele estar acompañada de comprensión, prudencia y mucha tolerancia.
Pero: ¿Quién o quiénes nos contienen cuando todo luce tan oscuro? ¿Por qué es indispensable la contención en situaciones agobiantes?
¿Qué es la contención?
Partamos por saber y conocer juntas qué es la contención y cómo debemos contener a alguien cuando los días lucen demasiado apremiantes sin importar cuales son las razones.
Para cada persona el dolor y la angustia es diferente, hay a quienes los abruma la desolación y a otras personas les agobia rodearse de mucha gente.
La contención es un mecanismo de protección y cercanía que se brinda a una persona o familia cuando esta o estos pasan por un momento de perdida, de dolor, sufrimiento o desconsuelo.
La perdida de un ser querido suele ser uno de los momentos más difíciles en la vida de alguien, la muerte está asociada a dolor porque sentimos amor y apego por esa persona que murió.
Y aun cuando en la cultura occidental la muerte es sinónimo de respeto por la trascendencia e incluso por las ideologías personales.
No deja de ser uno de lo momentos de cada uno donde necesitamos más empatía, amor y mucha contención.
¿Quién nos contiene en la adversidad?
¿Quién nos contiene en esos momentos de adversidades y desolación? ¿Todes tenemos una persona que nos contiene?
La contención es sinónimo de protección y cuidado y va acompañada de mucha prudencia y tolerancia.
Ser contenidos es una de las muestras de afecto y amor más grandes, quien nos contiene en situaciones de dolor o donde requerimos ser protegidos.
Suele ser una persona muy cercana a nosotres que tiene las virtudes de abrazarnos sin hacer juicios imprudentes.
Quien nos contiene es una amiga o amigo, también en muchos momentos son nuestras madres las que más contención y protección nos dan.
Porque solo ellas saben como abrazarnos sin hacer preguntas incómodas o inapropiadas para el momento o la situación.
Quien nos contiene es la persona que nos ama. La que más nos ama: Gracias, mi amor. Por contenerme en estos días de tanto dolor e incertidumbre. Te amo.
Gracias por no minimizar mis miedos, mi llanto, angustia y desconsuelo.