Isabel Menéndez, psicoanalista

Isabel Menéndez, psicoanalista

Isabel Menéndez, psicoanalista

En "Equilibrio emocional" (Espasa), Isabel Menéndez recoge la experiencia de multitud de mujeres en el éxito y el fracaso de la vida cotidiana para ilustrar qué es lo que nos hace estar bien y qué es lo que nos conduce al sufrimiento. La psicoanalista nos propone la conquista de una vida razonablemente feliz, donde podamos dirigir nuestro propio destino y sentirnos satisfechas con nosotras mismas.¿El equilibrio emocional es sinónimo de felicidad?Isabel Menéndez. Es sinónimo de bienestar y de capacidad de sentir el placer de vivir.¿Existe la felicidad?La felicidad total y para siempre no existe y es una tontería planteársela como meta en la vida, porque es el camino directo hacia la frustración total. Si tenemos recursos para salir de los conflictos y somos capaces de reconocer cuando estamos mal es posible que alcancemos un equilibrio emocional o, lo que es lo mismo, que lleguemos a dominar nuestro propio destino y a no ser dominados por él. Alguien que tiene las riendas de su vida puede llegar a ser razonablemente feliz.¿Hasta dónde llega lo "razonablemente"?Razonablemente tiene que ver con que uno se de cuenta de que hay felicidad pero también dolor y que los conflictos no son de por sí malos, sino inherentes al ser humano. Significa alcanzar un equilibrio entre las fuerzas que te hacen estar bien y las que te hacen estar mal. A veces sufrimos, es inevitable, porque crecer, enamorarse o tener hijos causa conflictos y aprender a superarlos ayuda a tener recursos para manejar la vida. Cuando resolvemos los problemas somos felices por superar algo que estaba mal. ¿Cómo distinguiríamos la felicidad si antes no hubiésemos estado tristes?Una de las claves que ofrece en el libro para ser feliz es la necesidad de reconocer las propias limitaciones.Sí, porque lo que más contribuye al afianzamiento y nos libera de la exigencia. Quererse pasa por aceptarse, por eso las personas que ocultan o niegan sus debilidades son demasiado susceptibles a las críticas y dependen en exceso de los halagos.En las encuestas decimos que somos felices, pero las consultas están llenas de pacientes con síntomas de ansiedad y enfermedades irreales. ¿Cómo podemos evitar que el dolor psíquico se manifieste en síntomas físicos?Sobre todo, conociéndose a una misma. Gastamos muchas energías en estar mal, pero viviríamos mejor si fuésemos capaces de reconocer quiénes somos y lo que nos está pasando. El problema es que vivimos en una sociedad que niega el psiquismo y se aferra a lo material. Sin embargo, las cosas más importantes se notan y se sienten, pero no se ven. En el libro doy datos que nos permiten darnos cuenta de por qué estamos bien y otros de la propia estima no es tanto el reconocimiento de lo que nos gusta de nuestra personalidad, sino aceptar nuestras debilidades y carencias. Respetar nuestros límites nos conecta con el placer que llamo "indicadores de malestar".

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