¿Lo amas o solo tienes miedo a estar sola?

El miedo es parte natural y casi instintiva del ser humano, existe para protegernos y para ayudarnos a sobrevivir cuando realmente hay un peligro

El miedo a la soledad puede anclarnos a una pareja aunque ya no estemos enamoradas. La cruda verdad. Ya sea que pienses que no encontrarás a nadie igual o que ni siquiera quieres embarcarte en esa búsqueda.

No te conformes y tampoco le tengas miedo a la soltería. Estar solo, para muchos, es sinónimo de infelicidad, de tristeza e incluso de falta de salud mental. Es consecuencia de la ansiedad pero para nada es la realidad.

Se dice que hay personas que podrían padecer de anuptofobia o miedo a la soltería, padecimiento que al parecer afecta a cada vez más personas.

Hay pistas infalibles par saber si es nuestro miedo a la soltería el que nos impide dejar a “esa persona especial”:

  1. Estás en una relación que no te satisface (o que es incluso tóxica) pero aún así continúas estando ahí.
  2. Hace tiempo piensas en terminar la relación pero mueres de miedo pensando qué vas a hacer después de la ruptura. Piensas que te puedes equivocar. Piensas “peor es nada”.
  3. Una mala experiencia en el pasado y te aterroriza volver a pasar por ese sufrimiento.
  4. Crees que si lo dejas, habrás fracasado; no le quieres dar explicaciones a nadie, ni que se enteren de que estás mal.
  5. A veces dudas si realmente te gusta esa persona, la verdad es que bajo mejores circunstancias, ni siquiera te fijarías en él.
  6. El clavo que saca a otro clavo. Has estado muy poco tiempo soltera.
  7. Más vale sola que mal acompañada. Todo mundo te lo dice pero tú pareces no (querer) escuchar.
  8. Tus parejas no tienen nada que ver entre sí. Parece que te hubieran tocado en una rifa, no hay un “tipo” entre ellos.

Si te identificaste con una o (peor aún) varias de las circunstancias, la respuesta es “sí”, lo tuyo es miedo a estar sola.

“Nos llenamos de los otros, para no vernos a nosotros mismos”, asegura Paulina Reischel, especialista en relaciones interpersonales.

La peor soledad es sentirse solo estando acompañado. Sumérgete en tu mundo y enamórate de ti, solo así podrás amar (profundamente) a alguien más.

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