Cada 18 segundos, una asesinada.

Cada 18 segundos, una asesinada.

Cada 18 segundos, una asesinada.

Recuerda la campaña con caras populares en contra de la violencia contra las mujeres
La Fundación Isonomía para la igualdad de oportunidades de la Universitat Jaume I propone un ejercicio que consiste en el periódico y buscar noticias sobre agresiones a mujeres. Es importante destacar en qué sección se encuentran y ver si cumplen los siguientes parámetros:
A) En la noticia se alude a una discusión, que tuvo lugar antes de la agresión y que supuestamente fue el origen del ataque hacia la mujer.
B) El motivo de la discusión es que la mujer quería separarse o se había separado de su pareja.
C) El vecindario opina que la pareja se peleaba lo “normal”.
D) El hombre tenía una profesión (se dan datos, se habla de su trayectoria); no sabemos si la mujer, tenía profesión, aspiraciones, qué hacía con su vida.
E) Se cuentan pormenorizadamente todos los detalles escabrosos del suceso.

De algún modo, según como se reflejan las noticias de la violencia contra las mujeres, se nos da a entender que la violencia se produce de forma fortuita, en un ataque de ira fruto de una discusión y se nos hace pensar que las mujeres somos las que provocamos la discusión, y por ende la violencia.

Probablemente la historia real es que el varón sometió a su compañera a una violencia continuada y, cuando ella decidió que no aguantaba más y quiso dejarle, él no pudo soportar la idea de perder a su víctima y la mató. El 100% de las mujeres asesinadas por sus (ex) parejas habían sufrido violencia antes.

58 MUERTAS

En lo que va de año, son ya 58 las mujeres que han fallecido en España a manos de sus compañeros. Algunas entidades denuncian la falta de colaboración de las administraciones a la hora de recabar los datos necesarios para hacer un balance real de la situación. Porque el silencio también puede ser cómplice. El silencio es igual de perjudicial que el tratamiento inadecuado, ya que soslaya el problema y, por tanto, impide cualquier solución.

“La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito de lo privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por su agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”.

Este es el preámbulo del Proyecto de Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género propuesto por el Gobierno. El texto espera aún en el Senado poder ver la luz. Han sido muchos sus detractores a causa principalmente de la discriminación positiva que promulga.

A juicio de Comisiones Obreras, no sólo eso es violencia de género, también lo son las situaciones de desempleo, la precariedad laboral o la menor retribución que perciben las mujeres respecto a los hombres. El sindicato demanda la creación de una infraestructura independiente para coordinar esfuerzos y reducir este problema.

RELACIONES INJUSTAS

Establecer y aplicar penas es necesario pero no suficiente. Porque la violencia es un problema mundial derivado de una conducta que se aprende y se transmite: las relaciones injustas entre hombres y mujeres. Por ello es tan difícil su erradicación. Precisa no sólo medidas legislativas y de criminalización de las agresiones, sino profundos cambios educativos que consoliden valores de respeto e igualdad.

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