Estrés emocional puede causar asma

Estrés emocional puede causar asma

Estrés emocional puede causar asma, según informe de la SSA.

La Secretaría de Salud (SSA) indicó que entre la gran variedad de agentes que provocan crisis asmáticas están el estrés emocional, como el miedo excesivo, la excitación o la angustia, además del aire muy frío, el tiempo ventoso o los cambios bruscos de temperatura.

De ahí la necesidad de que tanto los médicos como la población conozcan mejor este padecimiento que enfrenta entre cinco y 10 por ciento de la población en el mundo, pues existen diagnósticos y tratamientos inadecuados para tratar a los enfermos.

En un comunicado, la dependencia detalló que entre la gran variedad de agentes que contribuyen a provocar crisis asmática se encuentran los irritantes en el aire como el polvo, el humo del tabaco, los gases y olores, además de las infecciones de vías respiratorias como la gripe, los resfriados, la irritación de la garganta y la bronquitis.

También agentes alérgenos, que son sustancias a las que algunas personas son alérgicas, como el polen, algunos alimentos, el polvo casero, moho, plumas o caspa de animales.

La SSA explicó que el asma es una enfermedad crónica que inflama los bronquios y se caracteriza por problemas respiratorios recurrentes, y quienes padecen esta enfermedad tienen episodios caracterizados por crisis o ataques de tos, dificultad para respirar y silbidos al respirar, que se deben a estrechamiento bronquial.

En el marco del Día Mundial del Asma que se conmemoró este miércoles 7 de mayo, comentó que la gravedad de la enfermedad varía enormemente de persona a persona, pues los síntomas pueden ser muy leves, moderados y graves, llegando incluso a poner en peligro la vida.

Agregó que en algunas personas los síntomas pueden presentarse ocasionalmente y en otras son persistentes.

“Pueden ser tan leves que un buen número de asmáticos no han sido diagnosticados adecuadamente. Los síntomas del asma son una de las causas principales del tiempo perdido de la escuela o del trabajo y de alteraciones del sueño”, comentó.

Explicó que para diagnosticar el asma y distinguirla de otras enfermedades pulmonares, es necesario realizar una historia clínica, un examen físico exhaustivo y ciertas pruebas de laboratorio, como una espirometría, para medir la cantidad de aire que entra y sale de los pulmones, y una radiografía de estos órganos.

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